martes, 17 de enero de 2017

Yo que no bebo ni cerveza

Al bar por hablar


FOTO: Ryan McGuire
Imagen tomada de 20minutos.es


”"No hace falta ser alcohólico para emborracharte un juércoles a las doce de la mañana. Tampoco es necesario celebrar nada. Simplemente andabas conduciendo tu taxi por el centro y viste un hueco libre. Es imposible aparcar en el centro a esas horas, así que lo tomaste como una señal: frenaste en seco y aparcaste sin pensarlo.
-¿Pero qué está haciendo? -te preguntó el usuario de tu taxi.
- No se imagina lo difícil que es encontrar un sitio en esta calle.
-Ya, pero estamos lejos del hospital. ¡Mi suegra agoniza!
-¡Enhorabuena! Tómese algo conmigo. Yo invito…””
el taxista (simpuso)



Yo que no bebo cerveza
y mucho menos a estas horas,
me salto continuamente
de una persona a otra,
cuando me expreso en primera
me paso a la segunda,
de la segunda a la tercera
y…viceversa.
Como un taxista que conduce
por las calles retorcidas
de una ciudad antigua.
Luego de hacer el envío,
que es cuando yo me leo,
cosa que no siempre hago,
es cuando yo me doy cuenta
de que tengo la caja de cambio
que no me aguanta… otro año.
Cada vez que entras a un bar
o que abres tu nevera
y con sólo unas cervezas
Paula, Paula, Paula,
en las sienes te golpea
y tengas o no tengas pareja
tienes que quedar con ella,
unas veces, en su cama
otras en la trasera del taxi,
o al aire libre en la sierra.
Me voy a tomar yo hoy
una o varias cervezas
aunque, no sé para qué,
¿Si nunca tuve una Paula?
y no hay… Paula que me espera.


ASdG 31 enero 2014               

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